El Humor Vítreo. Capítulo II

FoxTrot by Bill Amend

    • Mi reina tiene a tu caballo en su campo visual.
    • Tiro dados por iniciativa. Me sale un seis.
    • Ratas. Yo tengo un cuatro.
    • Mi caballo esquiva a tu reina moviéndose a este espacio detrás de un peón.
    • Tira los dados para ver si activas una trampa.
    • Mierda. Me ha salido un uno.
    • ¡Ese cuadrado tenía una trampa de gas venenoso! ¡Tu caballo recibe (tira dados) veinte de daño!
    • Está muerto. ¿Puede resucitarlo mi alfil?
    • No entrenaste ese hechizo, ¿recuerdas? Le diste a tu alfil el nivel 2 en "eliminar maldición".
    • ¿De verdad que lo hice? Qué estupido soy.
    • ¿Es que el ajedrez normal no es lo suficientemente friki?
    • ¿Lo es algo, realmente?
    • Oh, espera. ¡Mi caballo tenía una capa de protección contra veneno! ¡Yuhuu!


FoxTrot es la web en la que Bill Amend publica con bastante regularidad nuevas tiras de su famosa familia. Generalmente nos cuenta situaciones inverosímeles y bastante peculiares de esta familia tan atípica. Lo bueno de seguirlo por la red es que, además, suelen tener relación con la época del año en la que estamos. Ésta en particular es del día 7 de febrero de este año, y me pareció tremendamente divertida y friki. Parecía que el personaje de Jason Fox, el hijo pequeño de la familia, con tan sólo sus 10 años y sus gustos tan insoportablemente geeks, no podía ir más lejos. Su índice de frikeza es más enorme de lo que pensaba. Comparte familia con su odiosa pero genial hermana Paige, que con 14 años sólo está interesada en ropa, ir de compras y tíos musculosos. El hermano mayor es Peter, que con 16 años representa al típico adolescente norteamericano tonto de remate, sólo interesado en el deporte, la comida y la música muy alta. Los que tienen que lidiar con semejante cuadrilla son Andy, la sensible madre y escritora a tiempo parcial, y Roger, el típico padre que en verdad no tiene mucha idea de nada. Completa la familia Quincy, la iguana de Jason que está perpetuamente hambrienta y entrenada desde que nació para vomitar en la cama de Paige. Adorables.

En cuanto al propio autor, Bill Amend nació en Massachusetts en 1962. Ya en el colegio descubrió su habilidad para divertir a sus amigos con los pequeños dibujos que hacía, incluso llegando a publicar en las revistas de su instituto. Pero su interés estaba centrado sobre todo en cosas tan frikis y tan geeks como Star Wars o Dungeons and Dragons. Hizo la carrera de física, pero al final acabó con un contrato como dibujante en 1987, trabajo al que se dedica desde entonces. ¡Y esperamos que así siga por mucho tiempo!

Éste estilo de cómic me recuerda enormemente a Calvin and Hobbes, mis personajes favoritos de todos los tiempos. De la mano de Bill Watterson he descubierto las mejores tiras en un libro de papel. Me apunto la idea para futuras actualizaciones.

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Al otro lado del Cristalino. Capítulo II

Ya ha pasado algún tiempo desde que publicara la primera entrada sobre la serie Roma. En ella comentábamos brevemente los primeros cuatro episodios de la serie. Después de ir avanzando en la historia, vamos a ver los siguientes cuatro. Amor, tensión, odio, violencia, mitos, sexo, traición, muerte, guerra, envidia, celos, pasión, dioses, asesinato... Esto, señores, es Roma.


Rome, 1º Temporada

Alea jacta est!



Rome 01x05: The Ram has Touched the Wall

En el capítulo anterior habíamos dejado a los señores senadores abandonando Roma cual manada de perros temerosos por un lobo. Escudados en acciones honrosas y valerosas, su único propósito es el mismísimo egoísmo de controlar Roma sin la intervención de César. Pero Pompeyo bien merece todo mi respeto, pues su personaje está fantásticamente bien interpretado por Kenneth Cranham. Me gustaría poder decir lo mismo de sus camaradas senadores que le acompañan en su periplo, pero en general están por debajo de él. En especial, la interpretación de Bruto por parte de Tobias Menzies me parece de las más flojas de todo el reparto.

Por otro lado, lamentablemente para nuestro hombreparatodo Voreno, su suerte como comerciante de esclavos se acaba cuando todos ellos mueren de diarrea. Vaya palo, ¿no? Está claro que este ciudadano no puede trabajar dos capítulos de lo mismo. ¡Qué digo! ¡Si hemos descubierto el primer hombre pluriempleado de la historia! De manera que se ve empujado a realizar "mandados" para Timón, otro empresario romano que no escatima en utilizar artimañas para forrarse. Claro que nuestro idealista protagonista no puede realizar semejantes trabajos, pues va en contra de su ética. Y digo yo, ¿tan buena fe había en Roma? Esta serie por momentos es contradictoria. Así que lo volveremos a ver al mando de las tropas bajo el yugo del perverso Marco Antonio. Qué remedio.

Paralelamente podemos destacar la pequeña trama en la que Octavio y Tito Pullo cogen al cuñado de Voreno y consiguen hacer confesar su delito a base de torturarlo. ¡Bien por el niño filósofo! Parace que se está haciendo un hombre al fin y al cabo. Pues efectivamente, tras admitir el reo que ha mantenido relaciones con Niobe, la esposa de Voreno, lo terminan asesinando. Un final muy adecuado para semejante piltrafa, que no hacía más que estorbar en la historia. En la imagen que he seleccionado, podemos ver a Voreno colocándose su casco de legionario, o como lo veo yo, sus astas de cornudo:

Rome 01x05. Mucho Voreno.

Sin duda, la parte más espectacular de este capítulo es la intervención de Servilia de los Junos, interpretada por una siempre impresionante Lindsay Duncan. Ella era amante del mismísimo Julio César, y al volver éste a Roma, su corazón vuelve a latir pensando que recuperaría su amor. ¡Ay, pájara! Al ver que su "cariño" no está en los planes del señor, tenemos una de las escenas más escalofriantes y terroríficas de la serie. Se trata de la maldición por despecho que les lanza a César y Atia de los Julios, en un alarde de macabra magia negra, misticismo y antiguos rituales. Os dejo a continuación las palabras de la propia Servilia en el idioma de Shakespeare (si la serie estuviera rodada en latín, ya lo hubieramos flipado todavía más):

"Gods of the Junii, with this offering I ask you to summon Tyche, Megaera and Nemesis, so that they witness this curse.
By the spirits of my ancestors, I curse Gaius Julius Caesar.
Let his penis wither.
Let his bones crack.
Let him see his legions drown in their own blood.
Gods of the inferno, I offer to you his limbs, his head, his mouth, his breath, his speech, his hands, his liver, his heart, his stomach.
Gods of the inferno, let me see him suffer deeply, and I will rejoice and sacrifice to you.
[...]
By the spirits of my ancestors, I curse Atia of the Julii.
Let dogs rape her.
Let her children die and her houses burn.
Let her live a long life of bitter misery and shame.
Gods of the inferno, I offer to you her limbs, her head, her mouth, her breath, her speech, her heart, her liver, her stomach.
Gods of the inferno, let me see her suffer deeply, and I will rejoice and sacrifice to you."

Cada palabra está marcada magistralmente por el furioso tallado en estaño de un grabado por parte de la propia Servilia. Cada palabra se te va clavando en la mente. Simplemente, lo mejor.


Rome 01x06: Egeria

Probablemente el capítulo con mayor cantidad de escenas de sexo explícito que haya visto hasta ahora. Una sucesión de cuerpos de todo tipo. Y cuando digo de todo tipo, me refiero a todos los tipos, sin excepción. Principalmente veremos el desvirgamiento de Octavio por parte de Egeria, una bella esclava muy blanquita. También es bastante erótico, por decirlo de algún modo, el regalito que le prepara Atia a Servilia, para aplacar sus riñas de la nobleza romana. Os extraigo esta escena para mostrar de lo que hablo.


Rome 01x06. Los regalos picarones de Atia.


Rome 01x07: Pharsalus

De nuevo la acción vuelve de lleno a las batallas entre lo que queda del senado y César. El poder de este último no hace más que agrandarse, sobre todo después de una flagrante victoria contra las tropas de Pompeyo, pese a estar en desventaja. En este capítulo se hace latente la decadencia a la que se han visto reducidos. Por tanto, algunos de ellos doblan la rodilla frente a Cayo Julio, mientras que el propio Pompeyo se bate en retirada hacia las costas de Egipto, dónde espera encontrar una mano amiga que le de cobijo. Lo que realmente encuentra es uno de los mejores desenlaces de un capítulo en lo que va de serie, acompañado todo por una banda sonora abrumadora.

De manera paralela nos cuentan la absurda historia de Voreno y Tito Pullo que, enrolados en las filas del César y a las órdenes de Marco Antonio, naufragan en una isla desierta de camino a Grecia (allí donde esperaban participar en la victoria sobre las tropas pompeyanas). En mi opinión se trata de un fragmento del todo absurdo, cuya trama es innecesaria y redundante. Lo único curioso es la barca de cadáveres que se fabrican para escapar. Todo un alarde de inteligencia, que curiosamente ya había visto en otras historias anteriormente...


Rome 01x07. Pompeyo se duele de sus heridas tanto en su cuerpo como en su orgullo después de su derrota a manos de las tropas del César.


Rome 01x08: Caesarion

Debo reconocer que llevaba mucho tiempo esperando este episodio. ¡La llegada de César a Egipto! El retrato de los egipcios, sus costumbres tan "trivales" en comparación con la moderna, filosófica y ética Roma, las rencillas entre los reyes de la provincia y sus estrafalarias maneras, su vestuario... En definitiva, un despliegue de medios y buen hacer.

El capítulo apenas comienza con una de las mejores interpretaciones de Ciarán Hinds en su papel de emperador romano, cuando le entregan la cabeza de Pompeyo. Recordemos que, pese a ser enemigos políticos, se consideraban enormes amigos mucho antes de sus disputas. Su dolor es justificado. Por eso, su frustración y odio es latente, se respira por cada poro de su piel. Su mirada y tono de voz son fríos, cortantes, y el grito final una lanzada al corazón. Tremendo. Os copio el extracto del momento exacto:

El Rey niño Ptolomeo XIII: (presentando la cabeza de Pompeyo) Íbamos a hacerle un cuerpo con brazos y piernas movibles, y a hacer un espectáculo de mimo con animales...
Cayo Julio César: ¡Silencio! ... (silencio largo e intenso) ... Me avergüenzo de la casa de los Ptolomeos por tal barbaridad. Qué vergüenza.
El eunuco Pothinus: Pero... ustedes son enemigos.
Cayo Julio César: ¡Él era cónsul de Roma! Cónsul de Roma. Morir de este modo tan sórdido, descuartizado como un vulgar ladrón... ¡Qué vergüenza! [...]

Otra interesante aparición en este capítulo es la de la, iba a decir bella pero más bien sexualmente instintiva, Cleopatra. Sus hormonas la hacen acostarse con Tito Pullo (sí, es absurdo que la cosa acabe así, pero es que los guionistas se siguen empeñando en que Tito Pullo nos haga reir) pese a que después se compromete con el emperador César. El fruto de la unión de ambos, o quizás la de Tito Pullo, es la imagen que corona este capítulo.

Rome 01x08. Desconocía la pasión de los egipcios, y en especial de Cleopatra, de vestirse con fregonas en la cabeza. Aquí vemos además a César fardando de su hijo con ella.
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Más allá del Iris. Capítulo I

Lucha de titanes marinos

Corre el año 1851 en la isla de Wight, al sur de Inglaterra. La reina Victoria se encuentra asomada en su barco real, el Victoria and Albert, viendo finalizar la regata.
- Dígame, ¿se ven ya los barcos?
- Sí, Majestad.
- ¿Quién es primero?
- La América.
- ¿Quién es segundo?
- Majestad, no hay segundo...

Así nació el mito de la America's cup. En esta competición marítima, el primero se lleva la copa y la gloria, el reconocimiento en la historia. Esta competición, la más antigua del mundo, cuenta ya con casi 160 años de historia. Desde que el barco de nombre America ganara la copa de las 100 Guineas se han celebrado 32 ediciones. Mañana, de una manera inconcebiblemente desapercibidida, comienza la 33º edición.


Los dos mastodontes que se enfrentarán en la 33º America's Cup.


La última edición, celebrada con grandísimo éxito en 2007, dio la victoria al equipo suizo de la Société Nautique de Genève (SNG), con el mítico Alinghi, que defendía el título en aguas valencianas. Previamente ya le había arrebatado el trofeo al equipo neozelandés (Team New Zealand), en 2003, consiguiendo regresar la copa al viejo continente desde que la goleta America la ganase hacía más de 150 años. Fue una alegría cuando el Alinghi revalidó su título de Defender para la 33º edición, que con todo pronóstico volvería a jugarse en aguas españolas.

Lamentablemente, no todo salió según lo previsto y enseguida aparecieron los problemas legales. En realidad, la Copa América siempre se ha caracterizado por un cierto carácter judicial. Una competición de caballeros y nobles con altos ideales. Sus reglas se recogen en un documento oficial, el estatuto del trofeo o Deed of Gift. Dicho documento se redactó en 1887 y sólo se ha enmendado en dos ocasiones (1956 y 1985). Desde 1970 hasta ahora, el ganador de la America's Cup, o Defender, debía enfrentarse contra el Challenger, que no era otro sino el mejor de todos aquellos club naúticos que ansiaban la copa. Éstos competían entre sí en las Challenger Selection Series, que se acabaron conociendo como la Louis Vuitton Cup. Así se aseguraban un duelo de dos barcos, una modalidad denominada Match Race, entre el Defender y el Challenger. Una batalla que se esgrimía en las olas. Hasta ahora.

El día 2 de julio de 2007, el barco Alinghi, representando a la Société Nautique de Genève, ganó la 32ª edición de la Copa América en una batalla espectacular frente al Team New Zealand. Al día siguiente, el 3 de julio, de una manera que parecía casi conspiratoria, el Club Naútico Español de Vela (CNEV), presentaba a escondidas su candidatura al equipo suizo como futuro Challenger. El protocolo dice que el primer equipo en desafiar al Defender se convierte en el Challenger of Record, pudiendo modificar las reglas de la competición para la siguiente edición junto con el propio Defender. Ésta era una posición muy ventajosa tanto para el equipo suizo como para el español, pues ambos deseaban que la siguiente edición se celebrase en aguas españolas bajo condiciones que pudiese beneficiar a ambos, en detrimento de otros posibles Challengers, como el americano o el neozelandés. Por supuesto, la cosa no podría quedar así. El día 11 de julio, apenas 8 días después, el Golden Gate Yacht Club (GGYC), del equipo americano, presentaba su desafío a la vez que denunciaba al CNEV por quebrantar las reglas de la copa. Resulta que el Deed of Gift requiere que el equipo retador organice al menos una regata todos los años en competiciones marítimas. Vergonzosamente, el CNEV era un club ficticio que se había creado ex profeso para avalar el Desafío Español 2007 (el equipo español en la 32º edición), incumpliendo los términos del acuerdo. Comenzaba una batalla legal que ha durado dos años en los tribunales norteamericanos, siendo el futuro de la Copa América ciertamente incierto. Muchos pensaban que la 33º America's Cups se jugaría en las salas de un tribunal. Hemos estado cerca.


Imagen de la 32º America's Cup en aguas de Valencia.

En marzo de 2008, después de varios meses de negociaciones en las que se intentó hacer una competición abierta a muchos equipos, el juez que llevaba el caso falló a favor del Golden Gate Yacht Club para que la 33º America's Cup fuera un duelo que se decidiese únicamente entre el club suizo y el norteamericano. A mi entender, ha sido una decisión que ha trastocado totalmente el espíritu de la competición. Por eso, esta edición tiene el estigma de ser una pantomima judicial, el resultado de unas truculentas batallas legales que han hecho tambalear los cimientos del propio Deed of Gift. También por eso, esta edición es tan peculiar. No habrá Defender Selection Series y el diseño de los barcos será totalmente diferente a lo visto hasta ahora: presenciaremos una batalla de multicascos.

El Defender es, por tanto, la Societé Nautique de Genéve, representado por el Alinghi 5. Defenderá la copa con un catamarán (un barco de doble casco) enorme, cuyo gennaker tiene una superficie de 1.100 m2 siendo uno de los mayores del mundo.


Alinghi 5, el valeroso Defender.

El único Challenger, por el otro lado, es el inefable Golden Gate Yacht Club que ha elegido un trimarán (un barco con tres cascos) para representar a su equipo, el BMW Oracle Racing. También es un barco enorme, de casi 115 pies de eslora (34,5 m) y con un mástil de más 220 pies de altura (68 metros, casi el doble que el ala de un Boeing 747), el mayor de estas características que jamás ha equipado un barco de vela. Dicha vela consta de una sección principal y nueve alerones, y está construida con material aeronáutico sobre una ligera estructura de carbono y kevlar. Un monstruo marino.


BMW Oracle Racing, el potente Challenger.

Mañana es la presentación del evento. El ganador será el mejor de tres regatas, que se disputarán los días 8, 10 y 12 de febrero. La espectación no puede ser mayor. Pero como ya decía al principio, en esta competición no habrá segundo. Con la enorme disparidad en los diseños de las embarcaciones, probablemente haya una clara diferencia entre los contendientes. El primero se llevará el honor, la gloria y la copa. El segundo, la pura vergüenza y ridículo como colofón de esta larga batalla judicial. Además, con Alinghi 5 nos jugamos la continuidad de la legendaria copa en aguas europeas, y concretamente en las costas valencianas. Si el BMW Oracle Racing se lleva la 33º America's Cup, su triunfo significará el retorno de la soberanía norteamericana.

Sea como sea, porque el trofeo de la America's Cup recupere el prestigio de sus batallas navales, ¡que gane el mejor!


La Jarra de las 100 Guineas, el legendario trofeo de la America's Cup.
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El (En)nervio Óptico. Capítulo II

Brillo eterno de la mente inmaculada

Un póster quizá un poco flojo para el potencial de la película.

  • Título original: Eternal Sunshine of the Spotless Mind
  • Dirigida por: Michel Gondry
  • Fecha de estreno: 19 de Marzo, 2004
  • Protagonizada por: Jim Carrey, Kate Winslet, Kirsten Dunst, Mark Ruffalo, Elijah Wood, Tom Wilkinson, Thomas Jay Ryan.

  • Sinopsis: Joel Barish, un tipo normal y soso, es la pareja de la pizpireta Clementine (Kate Winslet), una chica que es todo lo opuesto a él. Pero un día Joel descubre que ella, cansada de su aburrida forma de ser, ha decidido borrarlo de su mente. Enfadado y sorprendido, recurre a la misma clínica para que a él también le eliminen todos los recuerdos de su vida juntos. El problema es que cuando éstos comiencen a desaparecer, volverá a encontrar el verdadero amor que sentía por ella.



Ésta es de esas películas de las que esperas una cosa y acabas encontrando otra. No busques una película de amor al uso, porque no la encontrarás. Yo sabía que había gato encerrado, pero debo reconocer que me ha sorprendido. He leído de esta película que puede considerarse incluso en el top 10 de la década. Vamos a ser francos, no hay que exagerar. Buena, sí. Diferente, también. Su principal virtud reside justamente en ése último adjetivo. Ésta película no es una película cualquiera.

Antes de que sigas leyendo esta crítica, te recomiendo que pulses ese botoncito de "play" e intentes contagiarte del ambiente. Estamos dentro de la película. ¿Listo? Vamos.

Eternal Sunshine of the spotless mind es una película un tanto injusta. Para empezar, su propio título. En español se las arreglaron para traducirlo como ¡Olvídate de mí!, un título que recuerda a un telefilm cutre muy lejos del verdadero sentido de la propia película. Claro, entiendo que "Brillo eterno de la mente inmaculada" tampoco es el nombre de un éxito comercial. Eso pasa por rebuscar topónimos en la poesía inglesa... Pero al margen de esa nimiedad, también es particularmente injusta en su propia trama. Tenemos como protagonista a un tarugo que, lo siento por Jim Carrey, no termina de alcanzar su vena melodramática. Se esfuerza por ello, y se agradece el intento, pero creo que hay muchos otros actores con mejores cualidades para su papel. En cualquier caso, no es de justicia que semejante personaje sea la pareja de la increíble Kate Winslet, cuyo papel de Clementine Kruczynski es absolutamente opuesto al de Carrey. Normal que quiera borrarlo de su mente, a mi también me aburriría. Pero de nuevo, injusta e impredeciblemente, comienzas a sentir empatía por Joel Barish y su peculiar sentido, tan tremendamente conformista, de la vida. La trama te lleva a través de su desesperado intento por borrar todo lo que quede en su vida de Clementine, que no son pocos desamores, acudiendo al mismo profesional que borró los recuerdos de la señorita clementina. Es en ese momento cuando la historia se desmorona, comienza a vagar por los recuerdos de Joel de una manera totalmente arbitraria, cuyo único nexo de unión (y la única manera de que todo vaya cobrando sentido poco a poco) es la trama paralela que mantienen los técnicos que llevan el proceso. En esa mezcla de historias radica el éxito final del conjunto, y hace que todo funcione. De repente, la historia gira y se vuelve del revés: Joel redescubre su amor por Clementine, pero para evitar olvidarse de ella debe luchar contra los que intentan borrar sus recuerdos desde el interior de su propia mente. En definitiva, un cuento original sin ninguna duda, cuyo libreto mereció el oscar al mejor guión original.

¡Olvídate de mí! Éste es un buen ejemplo de la narrativa que sigue la película.

En cuanto a las interpretaciones, ya he comentado mi desacuerdo con Jim Carrey en su papel protagonista. Pese a no encajar como prototipo de guaperas enamorado, ya ha quedado claro que tampoco la propia película es cuanto menos típica. Por tanto, sus registros sí son muy loables. Aunque de vez en cuando se le escapa alguna de esas sonrisas que tanto le han encasillado, en general da el tipo y se mantiene en su lugar. Kate Winslet, aunque lejos de ser su mejor papel, se presenta como una actriz absolutamente camaleónica, haciendo suyo el personaje. Y eso que Clementine Kruczynski es una chica con una personalidad muy peculiar, no sólo por los colores de su pelo. Entre ambos se crea una relación la mar de interesante. Los otros personajes que quiero destacar son menos importantes en cuanto al peso de la trama en su conjunto, pero que aportan solidez a la misma. Se trata de los que he llamado "técnicos", que mantienen su propia línea argumental al margen y enriquecen mucho la película. El doctor Howard Mierzwiak, interpretado por Tom Wilkinson, es un personaje que sorprente por sus desconocidas implicaciones. Mary, su secretaria, interpretada por la ingenua Kirsten Dunst, es una nota dulce entre tanto surrealismo. Lástima por la interpretación de Elijah Wood, que pese a la relativa importancia de su personaje, lo rebaja a título anecdótico.

Pero el apartado más impresionante de la película, y por lo que ha recibido tan buenas críticas es por esa combinación tan peculiar de guión, diseño y creatividad. La película se vuelve un alarde de cuidado surrealismo, bien pensado y meditado. Está llena de situaciones cotidianas pero tratadas y elevadas a la categoría de arte. Recordemos que se trata de una película sobre la memoria, los recuerdos y el amor, encerrados en la mente de un hombre de pocas espectativas en la vida. Esto le proporciona al director, y al guionista (el mismo que hizo Cómo ser John Malkovich) de una enorme cantidad de recursos para explotar. Así, hay escenas espectaculares por la inteligencia con que están rodadas. A eso le llamo yo un buen uso del cine. Engaños de cámara, juegos de luces, colores, distorsiones...

¡Olvídate de mí! Las escenas tiernas y melodramáticas no pierden su toque original.

El punto más flojo de la película es la banda sonora. Sí. Pese a haberos recomendado la canción al inicio (que aparece en los créditos del film), en general es una mezcla bastante regulera de canciones sin aparente relación con la trama. Esto le añade una nota adicional de confusión a toda la ya de por sí complicada trama. Pero es un apartado que acaba perdiendo importancia.

En definitiva. Mi recomendación para Eternal Sunshine of the spotless mind es merecida. Se trata de una película que se debe disfrutar en casa, en una tarde cinéfila y experimental. Si lo que te apetece es un drama romántico corriente, olvídalo.

¡Olvídate de mí! Magníficos retratos, magníficos registros de Jim Carrey.
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De Conos, Bastones y otros Tecnócratas. Capítulo II

Joyería Microscópica


"El gran problema de la biología no es tanto el hecho obvio de que las proteínas se componen de una cadena de aminoácidos unidos de cierta manera, sino que el orden preciso de éstos dota a la cadena de notables propiedades."

Fred Hoyle


Siempre me han enseñado que las proteínas son los ladrillos que construyen a los seres vivos. Hoy me gustaría elevar este curioso "adobe orgánico" a la categoría de gema preciosa.


La hemoglobina en acción. Su conformación cambia para acomodar el oxígeno o liberarlo.

Y creo que no exagero, porque compararlo con un mero bloque constructivo es quedarse corto. Muy corto. Las proteínas no sólo construyen todas las estructuras que nos componen, ni muchos menos. Participan en todos los procesos biológicos que podamos pensar, incluso en muchos que aún desconocemos. Es por eso que su conocimiento y entendimiento es tan importante hoy en día.


Por supuesto que tenemos proteínas obreras, como el colágeno de nuestros huesos y tendones, o la queratina que nos hace crecer el pelo y las uñas. Pero también las tenemos realizando otras funciones muy diversas e interesantes. Son capaces de regular nuestras funciones vitales (como la insulina con la glucosa), transportar sustancias que son vitales para nosotros (la hemoglobina no necesita de presentación) o defendernos de agentes externos (siendo los anticuerpos un buen ejemplo de ello). Pero de todas sus actividades, una que me parece fascinante es la actividad enzimática. Aquellas proteínas que desempeñan esta función, las enzimas, son capaces de reconocer moléculas ajenas a ellas, cómo si de una diminuta, precisa, específica y rapidísima máquina se tratase, y transformarlas en aquello que se necesita en cada momento. Un logro que estamos lejos de terminar de comprender y reproducir en el laboratorio para nuestro propio beneficio.

La historia de hoy va dedicada a ellas. En concreto, en esta entrada veremos un poco cómo los científicos de hoy, en un intento por comprender las habilidosas manos de la Madre Naturaleza, se las han ingeniado para estudiarlas de cerca. Se trata de la cristalización de proteínas. Veremos que ésto no es más que la formación de pequeños cristales formados, exclusivamente, por proteínas. Este año he tenido la experiencia, y el privilegio porqué no, de llevar a cabo este proceso. Veamos en qué consiste.


Primero, un poco de historia

Ya en la segunda mitad del siglo XIX, la cristalización de proteínas era un hecho. En aquel entonces permitía separarlas de una mezcla compleja o verificar si realmente se había purificado adecuadamente, además de ser una curiosidad científica más. De hecho, al principio la hemoglobina se cristalizaba por el mero hecho de poder hacerlo, sin mayor interés. Pero enseguida los científicos descubrieron que una buena cristalización permitía una cierta caracterización de las moléculas, ya que algunas presentaban patrones muy particulares. En las décadas de 1900 a 1940, con la importancia creciente de las nuevas enzimas descubiertas, la cristalización se convirtió en una herramienta muy útil. Por aquel entonces apareció la técnica más importante y que, hasta día de hoy, permite conocer los datos estructurales de una enorme cantidad de moléculas: la cristalografía de Rayos X. Como su propio nombre indica, utiliza radiaciones de elevada energía que, al difractarse a través de la red de un cristal, permite determinar las posiciones puntuales de los átomos que lo constituyen. El problema de esta técnica se encuentra precisamente ahí. La fabricación de cristales perfectos, los llamados monocristales, es una empresa harto difícil. En este sentido, debemos imaginarnos a nuestras enzimas como a pequeños prismas, del tamaño de unas pocas micras, que producen patrones de difracción característicos debido a su estructura sólida. Era obvio que se necesitaba un elevado conocimiento de cristalización para conseguir los ansiados monocristales y, de esta forma, estar un paso más cerca de ver de cerca a las proteínas. Pero no olvidemos que las proteínas son macromoléculas compuestas por miles y miles de átomos, con lo que encajarlos todos no es una tarea nada trivial, aún teniendo los datos del difractograma de Rayos X.

Este descubrimiento fue un logro sorprendente. Pero el gran cambio en la cristalización de proteínas se produjo en la década de 1980. Fue entonces cuando se pudo producir proteínas "a gran escala" gracias al desarrollo del ADN recombinante, lo cual era una fuente mucho más abundante para proteínas con las que, de otra forma, era prácticamente imposible trabajar. Un mayor número de proteínas accesibles significó a su vez un enorme desarrollo de la cristalografía de Rayos X y, por supuesto, de las técnicas de cristalización.


Algunos ejemplos de proteínas, enzimas, virus y otras macromoléculas cristalizadas.

Así estamos a día de hoy. Hemos descubierto el genoma humano. Conocemos el funcionamiento de virus, desarrollamos medicinas, antibióticos. Hemos ido a la Luna, y hemos vuelto. Navegamos por la sociedad de la información como quién cruza la calle. Somos capaces de enviar sondas más allá de nuestro sistema solar para ver lo más lejano. Y, sin embargo, el mejor método para estudiar a nivel estructural las proteínas, unos entes diminutos, sigue siendo una técnica que ya se descubrió hace unos 80 años. Pero vamos a meternos un poco en faena. ¿Cómo hacen verdaderamente los cientificos para convertir un espaguetti molecular en una gema tan preciada?


Algunas recetas

La cristalización de proteínas se asemeja enormemente a esa típica receta de cocina que sólo acabas perfeccionando cuando la llevas practicando mucho tiempo. No sólo por su carácter protocolario. Hoy en día, la mayor parte de las cristalizaciones se realizan mediante la intuición, necesitan de paciencia y perseverancia. Y es que, en pleno siglo XXI, no acabamos de entender muy bien cuáles son los procesos fisico-químicos que favorecen la cristalización de las proteínas de una forma determinada. Como antes os comentaba, este tipo de macromoléculas cuentan con miles de átomos, con cientos de enlaces y miles de grados de libertad. Vamos, demasiada información para nuestros "bodies".

¿Dónde nos deja esto? Bueno, por suerte nuestra generación cuenta con un buen respaldo científico. La enorme cantidad de pruebas de ensayo-error nos han dado algunas ideas de cómo pueden funcionar los mecanismos de cristalización, y así se actúa en consecuencia. De todas formas, sacar conclusiones de los resultados obtenidos es otro cantar.

Aún así, contamos con técnicas de cristalización, bien creando una supersaturación de la disolución, bien disminuyendo la solubidad de la proteína. En general, todas se basan en alcanzar de una forma u otra un grado de supersaturación de la disolución de proteína, de forma que se formen unos pocos núcleos a partir de los cuales crecerán los cristales. Algunas tienen nombres tan extraños como los siguientes:

  • Alteración de la constante dieléctrica del medio.
  • Adición de un polímero que produzca exclusión volumétrica.
  • Eliminación directa del agente disolvente.
  • Evaporación.
  • Microdiálisis.
  • Equilibrio de vapor en gota colgante.
  • Extracción secuencial.
  • Cristalización inducida por cambios de pH o temperatura.


Con las manos en la masa

Vaya nombres, ¿eh?. Todo un galimatías, lo reconozco. Pero hay uno de todos ellos que, pese a tener un nombre un tanto ridículo, es realmente sencillo de entender. Precisamente fue el que realizamos en el laboratorio. Se trata del método de equilibrio de vapor en gota colgante. Vamos a ver de qué se trata.

Para ello, os propongo un ejercicio mental de abstracción. Suponeros que tenéis un recipiente con agua destilada y otro con agua salada. En vuestra inabarcable imaginación, suponed que cogéis de vuestro laboratorio imaginario un pequeño círculo de vidrio, parecido a una moneda. ¿Lo tenéis? Bien. Ahora colocad sobre él una gota del recipiente de agua destilada. Os recomiendo que utilicéis un gotero o pipeta, pero seguro que vuestra imaginación os da otras ideas.

Con mucho cuidado, dadle la vuelta a vuestro pequeño círculo de vidrio, de manera que la gota quede suspendida boca abajo. Rápidamente, y antes de que se caiga, debéis colocar dicha plaquita boca abajo sobre un recipiente lleno del agua salada que teníais. Si habéis seguido los pasos, debéis tener en vuestro laboratorio imaginario algo como ésto:


Nuestro experimento mental para el método de la gota.

Ahora empieza la magia de la química y la física. Si recordáis, el agua destilada se encuentra en la gota, mientras que en el fondo del reservorio hay una "disolución" de agua salada. Existe, por tanto, una diferencia de concentración de sales entre ambos disolventes. Pues bien, esta diferencia de concentración crea el llamado potencial químico, que en definitiva provoca la migración de las sales desde la disolución más concentrada a la más diluida. La tendencia general es que ambas disoluciones tengan al final la misma concentración, hasta que el potencial químico de ambas disoluciones se iguale. Esto ocurre gracias al equilibrio de vapor, exactamente igual que ocurre cuando el salitre se acumula en las zonas costeras.

En esto consiste la técnica del equilibrio de vapor en gota colgante. Sólo debéis cambiar el agua destilada por la disolución de proteína que queráis cristalizar, y la de agua salada por una disolución con una cierta cantidad de agente precipitante. Dicho agente migrará hacia la gota, donde hará cristalizar de manera lenta y controlada los cristales de proteína. En nuestro caso, el tiempo que empleamos varió entre los 2 días y la semana para que se formaran una buena cantidad de cristales, y de tamaño "considerable".

Sencillo, ¿no?


El postre

Lo importante en la cristalización de proteínas no es el número, sino la calidad del producto. Recordemos que nuestro objetivo es realizar un estudio de difracción de Rayos X, el cual requiere de unas condiciones óptimas. Así, cuanto más grandes y perfectos sean los cristales, tanto de mayor calidad serán nuestros resultados. Por eso se hacen ensayos con diferentes agentes precipitantes hasta conseguir las mejores condiciones de precipitación, donde los cristales sean de gran tamaño y fáciles de aislar.

Con el permiso de mis compañeros de laboratorio, a los que agradezco enormemente este material, os voy a enseñar las fotografía de los cristales que obtuvimos este año en el laboratorio de prácticas. Se trata de una enzima llamada lisozima, presente en la clara del huevo.


Uno de los resultados más espectaculares.

Un muestrario de otros resultados también muy bonitos.

El resultado no es muy profesional, pero muy vistoso. Los diferentes colores se deben a los filtros del propio microscopio, que permiten distinguir las caras de los prismas. Enhorabuena a todos mis compañeros, por vuestra habilidad como joyeros microscópicos.


Referencias: McPherson, Alexander. Introduction to protein crystallization. Methods 34 (2004) 254-265.

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Entre Parpadeos Narrativos. Capítulo I

El precio de la traición

"[...] alzó las manos y vio cómo la sangre le corría por los largos dedos, por las muñecas, bajo las mangas del vestido. Eran lentos gusanos rojos que le reptaban por los brazos, bajo la ropa. «Qué cosquillas.» Aquello la hizo reír hasta que empezó a gritar.
-Se ha vuelto loca -dijo un hombre-. Ha perdido la cabeza.
-Acabemos con esto -dijo alguien más.
Una mano la agarró por el cabello, como había hecho ella con Cascabel.
«No, no me cortéis el pelo -pensó-,
[...].» Luego sintió el acero en la garganta, y su mordisco fue rojo y frío."
Canción de Hielo y Fuego III: Tormenta de Espadas, de George R. R. Martin.


Anoche sentí cada puñalada en la pierna, en el costado, en el pecho. Cada una de las saetas se clavaron y me atravesaron la espalda y el rostro. Vi las copas caer, las mesas romperse y estrellarse contra el suelo, las ropas se desgarraban y la sangre manaba. Escuché las risas de los traidores mientras notaba contra mi cuerpo la fría piedra del suelo.
Jamás he odiado tanto a un escritor. Jamás. Temí que algo así pudiese suceder, pero no te creía capaz. Lo has conseguido.
Señor Martin, sólo te diré una cosa. When you play the game of thrones, you win or you die. There is no middle ground.
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El (En)nervio Óptico. Capítulo I

Los tostones de Navarone

Un poster muy apoteósico, fantástico.

  • Título original: The Guns of Navarone
  • Dirigida por: J. Lee Thompson
  • Fecha de estreno: 22 de Junio, 1961
  • Duración: 158 min.
  • Protagonizada por: Gregory Peck, David Niven, Anthony Quinn, Anthony Quayle, Stanley Baker
  • Sinopsis: Durante la II Guerra Mundial, un grupo de hombres de la fuerza aliada planean destruir una base nazi donde se encuentran los cañones más destructivos de todo el Mediterráneo, en la isla griega de Navarone. Sólo un arriesgado plan será capaz de evitar la muerte de miles de personas, la destrucción de una flota aliada y enderezar el curso de la guerra.

Con este resumen se presentaba esta película, cargada de leyenda por el paso de los años. Toda una "oldie" de casi 50 años, que ya empieza a achacar la degradación del tiempo. Mis espectativas estaban bastante altas, no sólo por los 6 millones de dólares que costó por aquella época, sino por las buenas críticas oídas sobre ella. Pero no es oro todo lo que reluce, ni mucho menos.


Los Cañones de Navarone. Gregory Peck en estado puro.

La historia no nos presenta nada nuevo en realidad, sino todo lo contrario. Veamos. Todo comienza de manera algo abrupta preparando una misión que se presenta, como no, de la mayor índole suicida, pero de cuyo éxito depende la supervivencia de una flota aliada de importancia vital. Su protagonista, el capitán Keith Mallory, interpretado por un más que dudoso Gregory Peck, es veterano escalador de éxito al que se le encomienda la misión de guiar al comando aliado por el enorme acantilado de la isla. De esta guisa pretenden infiltrarse en territorio enemigo, evitando ser descubiertos y así poder destruir los diabólicos cañones. Por el camino tenemos retos imposibles, tormentas apoteósicas, traiciones, amigos heridos y enemigos perseguidores, incluso suero de la verdad. ¿No suena esto un poco manío? Pero como digo, esta percepción se debe al hecho de que ya hemos tenido cincuenta años de historias sobre la Guerra en la vieja Europa, y ya es difícil que nos sorprendan con guiones frescos. Es algo que le debemos perdonar a J. Lee Thompson y sus cañones. Lo que tenemos entre manos es un clásico, una historia de carácter épico que bebe del sentimiento aventuresco de la época. No le podemos pedir más que lo que hay.

Los Cañones de Navarone. Esta escena es surrealista completamente.

Las interpretaciones quizás sea lo mejor de la película, en cuanto a credibilidad. Pero en ningún caso gracias a Gregory Peck. Después de ver esta película, el pobre hombre se reafirma como un actor con cara de papel cartón, con poca expresividad. Eso sí, un flequillo que se mantiene impertérrito durante las dos horas de película. Una pena que la película se centre tantísimo en su figura. Por el contrario, a mí entender, el mejor personaje de todos es el profesor de química y experto en explosivos Dusty Miller, interpretado por el veterano David Niven. Sus dilemas éticos, arranques de enfado y algún que otro momento Agatha Christie resulta lo más interesante y creíble. Por citar a otro actor correcto, pero que flojea en alguna que otra ocasión, es Anthony Quinn en su papel de griego Andrea Stavros. El resto de personajes, incluidos los pocos femeninos, son un paseo de rostros sin mayor interés. La interpretación de la chica muda es pésima, por lo que su escarceo con Gregory Peck produce cierta repugnancia y su desenlace se vive con la frialdad del extremo opuesto de la galaxia.

Los Cañones de Navarone. Momentazo detectivesco y desenlace.

Y si esto es lo mejor de la película, ¿qué ocurre con el resto? Bueno, ganan 1 punto por localización: la isla de Rodas (de la que reconocido el 70% de la película). Aunque no escatiman en atrezzo militar, bastante decente, hay un par de puntos bastante urticantes. El primero es el uso y sobreuso de la llamada "noche americana". Seguro que reconoceréis la técnica en multitud de películas antiguas en las que la sensibilidad de la cámara impedía realizar tomas nocturnas. En su lugar, para simular las horas de noche se utilizaba un filtro de color azul y se rodaba a plena luz del día. El resultado es espantoso. Con unas sombras kilométricas y unos reflejos en el mar para los que sería recomendable utilizar gafas de sol. Por otro lado, las tomas grabadas en estudio son bastante vergonzosas. Rocas de cartón, nieve de mentira, interiores de usar y tirar... Por poner un ejemplo, la escalada del gigantesco acantilado se convierte en un desfile de reptiles por parte de los personajes en un intento de simular la fastuosa subida. Y eso me da que no es falta de recursos, porque 6 millones de dólares se pueden gastar en muchas cosas, sino falta de técnica.

Como curiosidad, comentar que me ha sorprendido enormemente la cantidad de tabaco que se ventilan durante el largometraje. Todos los personajes fuman varias veces a lo largo de la película, ya sea con pitillos o en pipa. Apenas hay dos planos seguidos sin tabaco, cuyo humo es de una densidad que casi se puede oler.

En definitiva. Una película que en términos generales resulta decepcionante, pero que debió suponer un hito en su época. Hoy en día está superada por muchas películas bélicas con una carga sentimental, aventurera, histórica o trasgesora mucho mayor. Sus actuaciones no son memorables ni tiene escenas para el recuerdo. Mis condolencias para los compañeros de Gregory Peck.

Los Cañones de Navarone. Por Fin!.

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